La comunidad se reconoce como recolectora de algas denominadas por ellos como “oro negro”, también conocida como “pelillo” para los mercaderes y “lama” para los locales. ​Esta práctica se realiza en la playa Changa del puerto de Coquimbo y fue enseñada por los abuelos y abuelas de los actuales recolectores, que desarrollaron su vida en torno al mar, la playa y el humedal “el culebrón”. De ellos aprendieron el oficio de recolectar algas y los procesos artesanales de la producción de este “oro negro”. Los conocimientos sobre el territorio costero, la biodiversidad, el clima y las herramientas artesanales también han sido traspasados entre generaciones: el convivir con la mar en el borde costero de madrugada y de día, en invierno y verano.​​Esta práctica ancestral comienza con la recolección de algas, luego viene el tendido y el secado, para luego sacudirla y amontonar la carga. Estos procesos se realizan en sector de la playa Changa donde se recupera la arena, el agua y las aves se alimentan, manteniendo la biodiversidad del humedal-playa, luego frente a la playa, se realiza el secado, la limpieza y el acopio del alga, lista para ser comercializada.​​Estos modos de aplicar los saberes se transfieren a las próximas generaciones verbalmente y en la práctica, protegiendo primero el medio ambiente, el cuidado de la comunidad y el tratamiento del alga para su perfecto cocimiento natural​.La comunidad se organiza en el Sindicato de Trabajadores “Los Inseparables”, compuesto por 47 socios, 19 de mujeres y 28 hombres. ​“Cuando entramos al mar lo hacemos juntos, dependemos el uno del otro por los riesgos que significa entrar al mar o en la playa. Además, tenemos la tradición es reunirnos una vez al mes todos, para tomar decisiones importantes de la comunidad, apoyar a los enfermos, conversar del clima para adaptarnos, prepararnos para conversar con la autoridad sobre el cuidado ambiental, realizar limpieza de basura en la playa y el humedal, organizar la recolección del alga cuidando la abundancia para que la multiplicación de los peces y moluscos”​.“Nuestro orgullo se refiere al cuidado de la playa changa y el humedal, nuestros abuelos y padres nos enseñaron a recolectar cuidando el ecosistema. Nuestra prioridad es la naturaleza, porque el desarrollo de la ciudad no consciente lo está destruyendo. La playa changa es nuestra casa, nuestra vida y es para nuestros hijos y nietos”. ​