Tradición de las Cruces de Mayo afrodescendientes en los valles de Azapa, Lluta y Acha

Las Cruces de Mayo son parte de las tradiciones de las comunidades afrodescendientes que habitan los valles de Arica y corresponden a una expresión importante de su historia personal y territorial. Para ellos y ellas es una instancia de conexión con sus tradiciones religiosas y de autoidentificación con un legado común heredado de sus ancestros y ancestras. Tal como su nombre lo indica, se efectúan mayoritariamente en el mes de mayo y tienen por finalidad pedir por el bienestar de sus parientes, amistades y la buena producción de las chacras.

En sí son cruces de madera puestas en altares que las familias, en tiempos remotos, colocaron en las laderas de los cerros de Azapa, Lluta y Acha y que suelen ser ornamentadas con fundas, estolas y flores, además de pintadas tradicionalmente de color verde, mientras que el altar que se emplaza en la ladera de un cerro puede tener un arco de ramas de sauce o palma, velatorios, luminarias y/o se puede encontrar rodeado de un camino ritual y restos de las celebraciones que se hacen en honor a la cruz, como los son fogatas, velas y luminarias colocadas en el suelo del cerro formando una cruz.
Se caracterizan por realizarse en diferentes sectores de los valles y están asociadas a costumbres que pueden ir variando según la tradición de la familia que la celebra, siempre teniendo en común la fe a la cruz. En ella converge la relación que la comunidad tiene con la cruz y el espacio en donde está emplazada, los canticos de los “cantores a las cruces”, las decoraciones, la tradición histórica que las mujeres y hombres afrodescendientes tiene con los valles y la vida comunitaria. Igualmente, es posible apreciar la participación de personas de todos los grupos etarios, compartiendo en locales adaptados para la celebración de la cruz, lugar donde se comparten bebestibles de todo tipo y alimentos.

Aunque tiene su día principal el 3 de mayo, con misas y bendiciones de parte de un cura en el pueblo de San Miguel de Azapa, las familias suben y alumbran la cruz en diferentes días del mes de mayo o incluso junio, llegándose a advertir la realización de los festejos desde la carretera al divisar las luminarias para la cruz, el fogón para capear el frio y las personas que la acompañan.

Los preparativos comienzan subiendo a los cerros para bajar la cruz. La comunidad habilita un espacio en una casa o local para armar un altar en donde se colocará una vez finalizada su limpieza, pintado y ornamentación de acuerdo a las costumbres de cada familia. Finalmente el día en que la cruz es retornada al altar, cada familia hace una peregrinación nocturna con bandas de bronce o grupos de zampoñeros, cantos, faroles y linternas hasta llegar al altar, donde será colocada nuevamente. Allí las personas de la misma familia encienden más de 200 luminarias con forma de cruz y las 3 marías en el cerro. En torno a ésta se realizan cantos, misas, bandas de bronce, la preparación del tradicional picante de mondongo, chocolate caliente y queque para niñas y niños, la fiesta o bailable comunitario y en ocasiones también la presencia de grupos de tumbe. En algunos casos las y los integrantes de mayor edad de cada familia le bailaran 3 pies de cueca o zamacueca a la cruz. Mientras tanto, la cruz será visitada por familiares y amigos, recibirá la entonación de canticos por parte de cantores de cruces y será el principal motivo de reunión de varias familias de los valles de Arica.

Es difícil cuantificar la cantidad personas que se encuentran asociadas a las Cruces de Mayo, principalmente porque convergen varios saberes y porque en la preocupación de la realización de las tradiciones asociadas a ella concurren varias personas que pueden tener multiplicidad de funciones. Sin embargo, en este caso en la Asociación de Cruces de Mayo se contabilizan 19 cruces que se reparten entre los valles de Azapa, Lluta y Acha:

Baluarte y descendientes
Tomasa Baluarte y descendientes
Julia Corvacho Ugarte y descendientes
Familia Llerena Topoco y descendientes
Familia Báez y descendientes
Familia Ríos Sánchez y descendientes
Guillermina Flores Corvacho y descendientes
Eulogia Baluarte y descendientes
Familia Llerena Santa María y descendientes
Familia Julia García y descendientes.
Familia Ramos y descendientes
Ventura Baluarte Meléndez y descendientes
Familia Corvacho Cardoso y descendientes
Familia Huanca Estoraica y descendientes
Familia Chamorro Rodríguez y descendientes
Familia Chambe Oviedo y descendientes
Familia Huerta Corvacho y descendientes
Familia Henríquez Cuentas
Familia Nilda Corvacho y descendientes


  • Identificador SIGPA: E6875
  • Folio: 2022_010
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