"Nací de la nada, a los 12 años empecé a las cuartetas, me costaba mucho hacer las décimas y a los 38 comencé acercarme a los más viejos y aprendí y así seguí".
Hoy día, escribe una columna en el diario San Felipe todos los días y tiene un libro escrito, se llama "Los versos de un campesino de lo humano y lo divino". Pertenece a la agrupación de San Victorino de Lourdes. Funciona en su casa.