Don Belisario Antonio Piña Pardo, nació el 20 de octubre de 1938 cerca de San Antonio, hijo de la señora Rosa y de don Federico Piña, hombre inquilino del fundo la Marqueza, de padre agricultor innato, muy sabio en su quehacer y también muy refranero.

Desde temprana edad, precisamente desde los 12 años, don Belisario Piña ha vivido sumergido en la vida rural, en el trabajo con la tierra, los animales y en el campo, donde el saber tradicional de su entorno han formado su carácter chispeante y su espontanea personalidad, manifestado en la sabiduría y poética popular, la paya y la décima que cultiva con gran maestría y expresión. Sin embrago, no ha sido solamente en dichas expresiones tradicionales que don Belisario Piña se ha destacado, sino que también en la narración de Mentiras, genero particular de la oralidad que mescla la estructura de un relato o cuento donde lo inverosímil se presenta con gran énfasis y gracia. Dicha forma, la ha cultivado de manera anecdótica y muchas veces inconsciente de su capacidad y amplio repertorio que maneja.

Las Mentiras, que Don Belisario Piña conoce y narra con ejemplar destreza, son fruto del saber heredado, de su experiencia de vida, de su personalidad y de los años de amistad y cercanía que compartió junto a un gran payador y referente para muchos cultores tradicionales, Don Santos Rubio, quien le entrego su repertorio de Mentiras y quien declaraba frecuentemente que don Belisario Piña, contaba las Mentiras mucho mejor que él.

En la actualidad don Belisario Piña, reside en la comuna de San Bernardo localidad de Nos y es invitado a numerosos eventos de carácter tradicional donde destaca su personalidad y gracia para los versos y sobre todo para narrar Mentiras, donde el público que lo escucha se maravilla y disfruta con admirable atención sus divertidos relatos que mesclan la picardía, el ingenio, el humor y lo anecdótico de sus historias.

Su presencia y condición natural de narrador contienen un gran valor al momento de narrar ante la audiencia su amplio repertorio de Mentiras, que cuenta ágilmente, destacando allí su calidad expresiva, su lucidez, su palabra enraizada, su gesto certero y su imaginario que proyecta con total facilidad en quienes lo ven y escuchan.

La Mentira, cuento, cuentillo de mentiras o mentirillas, es un género de la oralidad construido sobre la estructura de un relato que contiene un contrasentido en su argumento, con una lógica indiscutible pero absurda. Es un cuento imaginado a partir del cual se trata de hacer creer en el oyente la veracidad de un imposible. Esta forma narrativa demanda una gran destreza de la lengua, una fuerte imaginación, una rapidez en la expresión verbal y gestual además de una gran capacidad de improvisación para que el oyente pueda enganchar en el relato y creer lo que está escuchando.

Normalmente, este tipo de narración se apoya en la oposición de los elementos presentes en el relato. Como por ejemplo: "...Un rio caudaloso se desbordo quemando plantas y árboles e incendiando todo un valle, mientras un ciego veía como una liebre volaba, un mudo llamaba a un sordo que escuchaba tranquilamente un concierto de músicos mancos..."

Las Mentiras pueden ser la ocasión de un juego o desafío donde varios narradores tratan de sobrepasar al otro con mentiras más grandes. Esto permite también que el narrador invite a su auditorio a explorar en la lengua y a escapar de sus límites, dando paso a verdades que se escapan de la misma realidad y que ejercitan y hacen flexible el imaginario y simbólico colectivo.

Los cultures de esta forma oral en Chile son escasos, o difíciles de identificar como escasos son también los reconocimientos a narradores tradicionales que practican este género tan singular y que poseen en un repertorio variado y valioso tan necesario a valorar, difundir y proteger para enriquecer el patrimonio inmaterial de nuestro país.