Manuel Melo Navarro nace en 1982 en Santiago de Chile, hijo mayor del matrimonio de Jimena Navarro Navarro y Manuel Melo López los cuales con perseverancia y esfuerzo después de años de trabajo formaron un taller de artesanía en donde se trabajan maderas nobles,nativas y otros materiales para dar vida a publicidad, además de juegos didácticos los cuales realizan un aporte importante en el rescate de la lengua mapudungun en nuestro país.
Desde pequeño a Manuel le llama la atención la artesanía que se elabora en el taller de su padre, es aquí donde aprende las técnicas de las manualidades y uso de las herramientas para ejecutar dicho arte.
Durante sus primeros años Manuel vio el esfuerzo y dedicación de sus padres en la búsqueda de la eficiencia, perfección y constancia en el trabajo que se desarrollaba en dicho taller, estos valores los atesoro para sus futuros años.
En 1995 comienza sus estudios técnicos en el Liceo industrial Bernardo O'Higgins, durante los 4 años que duran sus estudios conoce y se enamora de los principios de la mecánica en su generalidad, también en sus años de adolescencia al joven le comienza a llamar la atención la música e intenta practicar algunos instrumentos.
En el año 1998 conoce a su actual compañera Lesli Lizana la cual tiene una fuerte tradición organillera, es en el seno de esta familia que conoce y se permeabiliza de los organillos, es importante destacar que esta familia cuenta con 4 generaciones dedicadas a este oficio.
El año 2000 comienza a trabajar y al mismo tiempo con sus estudios de ingeniería en maquinarias en Inacap los cuales duran 4 años.
En conjunto con su compañera deciden traer a Chile en el año 2008 un organillo Alemán de la fábrica Deleika, el cual sella la relación entre Manuel y este instrumento ya que es en este que convergen sus dos grandes pasiones la música y la mecánica.
Durante el año 2010 deslumbrado por este instrumento y aceptando la invitación del Maestro fabricante Luthier de organillos y órganos German Rodríguez viaja a Guatemala en conjunto con Juan Lizana organillero de tradición y padre de Lesli, en donde Manuel aprende las técnicas para la mantención de organillos de 26 y 33 notas.
Durante el 2011 restaura el organillo la chica del 17 perteneciente a Juan Lizana el cual le llevó alrededor de 6 meses de arduo trabajo en conjunto con su compañera Lesli, es importante destacar que para realizar este trabajo existían muy pocas personas en America capacitadas para realizar la reconstrucción, por lo cual se expande su conocimiento de la mecánica en esta dirección aplicando la física tanto en la mecánica de los fluidos como la cinemática y dinámica de máquinas entre otras ciencias de la ingeniería aplicadas a este instrumentos, es en este trabajo donde se fabricó el fuelle, bielas y otras piezas internas del instrumento que ya estaban desgastadas y requerían cambio.
Al terminar la restauración se entraña en él amor por estos instrumentos y se decide a dedicarle más tiempo a esta pasión de la “música mecánica”, en donde persevera e invierte mucho tiempo de estudio en investigación y autoescuela trayendo al país libros muy antiguos de distintas partes del mundo relacionados a las técnicas de los organillos que aún se mantienen vivas.
El año 2012 comienza con la fabricación de su primer organillo de 26 notas y 16 flautas el cual es terminado en Noviembre del 2013 en donde se realizaron estudios para aplicar nuevos materiales a la fabricación de organillos como el reemplazo del bamboo en las flautas por maderas nobles entre otras mejoras, con estas nuevas aplicaciones se hace pionero en la investigación de nuevos materiales en la fabricación de organillos, para dicho proyecto se contó con el apoyo del fondart para financiar parte de la construcción, paralelamente apoya con la construcción de un cilindro de música para el proyecto” mi plan favorito” tema central de dicha producción musical, con este hecho Manuel se convierte en el único ingeniero fabricante de organillos de Chile.