Canto a lo divino ya lo humano desde Pedregal de Monte Patria y de las Ramadas de Tulahuén, con la guitarra heredada de su bisabuelo. Fue su abuelita quien tocaba la guitarra y a Milta le gustaba mucho escuchar.
En los años 60 comienza sus primeros a rasgueos en la guitarra, desde ahí se ha dedicado a crear canciones, una de ellas dedicada a Victor Jara.
Tanto le gusta la guitarra, como cultivar el jardín.
https://www.youtube.com/watch?v=lKEw9zAs8iU